Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 8

—¿Por qué no estás conduciendo? ¿No te está esperando Nicolette? —preguntó con desdén.

Él había querido que ocupara el asiento del copiloto, pero cambió de opinión cuando escuchó lo que ella dijo y puso en marcha el motor.

Ninguno de los dos habló una palabra en el camino a casa. El ambiente en el coche crepitaba de tensión.

Y él sintió que todo era culpa de ella. Si se hubiera comportado como antes, no habrían discutido.

A mitad de camino, su teléfono sonó: Era Nicolette de nuevo.

—¿Qué has dicho? Voy a ir de inmediato —paró de repente el coche y se volvió hacia Kathleen—: Bájate. Le pediré a Tyson que venga a llevarte a casa.

Kathleen se negó a moverse.

—Baja.

—Son casi las doce. ¿Vas a dejarme aquí sola? —cuestionó. Su corazón se desgarró.

—Tyson estará aquí en cinco minutos.

Kathleen sintió estremecerse y palideció. Mordiéndose el labio, salió del coche.

—Cinco minutos. Tyson llegará pronto. Espera aquí —ordenó.

Ella bajó la cabeza y guardó silencio. Ya no tenía nada que decirle. Aunque no sintiera nada por ella, debía saber que no era seguro dejar a una chica en la calle a esas horas. Sin embargo, había elegido dejarla.

La miró. Por alguna razón, se sintió mal al verla cabizbaja. Justo entonces, su teléfono volvió a sonar.

Nicolette lo necesitaba de inmediato. Sin dudarlo, se alejó.

Las lágrimas corrieron por las mejillas de Kathleen.

Cinco minutos después, Tyson llegó a recogerla. Sin embargo, no había nadie.

«¿Dónde está la Sra. Macari?», se preguntó. Luego, intentó llamarla. Pero nadie respondió al teléfono.

Presintiendo que algo no iba bien, llamó a su jefe.

—¿La encontraste? Llévala a casa sana y salva. Si tiene hambre, pregúntale… —empezó a hablar en cuanto contestó.

—Señor Macari, la señora Macari ha desaparecido —anunció con voz temblorosa.

—¿Desaparecido? —frunció el ceño.

No hay nadie en la carretera. Intenté llamar a la Sra. Macari, pero nadie respondió

hombres a buscarla. Deben

si le pasa algo?», se

colgó el teléfono y ordenó a algunos hombres que le ayudaran a buscarla. Sin embargo, no pudieron encontrarla en un radio

efecto, Kathleen se había encontrado con un tipo malo.

cara de Tyson se volvió cenicienta y llamó a

—Se levantó y estaba a punto de

—Samuel, ¿qué pasa?

le pasó a

Kathleen? —Nicolette frunció los labios—: ¿Está causando problemas

no fue planeado. La conocía y era una persona muy

y vuelve pronto. Te esperaré —dijo Nicolette. Él asintió y

el labio: «Kathleen, no importa cuánto hagas, será inútil. Pues Samuel es

lugar donde había desaparecido, y Tyson

este es el teléfono de la Sra. Macari. Hay sangre

recorrió la columna vertebral de

a buscarla! La quiero

y ordenó a sus

de su esposa. Rezó con fuerza para

al ver a Benjamin Young llevando a una chica, que

Hazte a un

se apartó de inmediato mientras su hermano colocaba a Kathleen en el sofá.

—¿No es ella… Kathleen?

Tráeme una toalla. —Los ojos de

y le entregó una toalla

Sólo me di cuenta de que era Kathleen después de

qué hay sangre? —Gemma frunció

borracho. No

se cruzó de

deberías llevarla al

que no la llevara al hospital antes

—Gemma no entendía

—Benjamin se encogió de hombros—: La dejaré

llamará a la policía si te ve así! —Gemma estaba

¿A quién van a llamar? Voy a ir a la comisaría para llamar a sus

cara de

Ella es como nosotros.