Enamorándome de mi esposa provisoria
Capítulo 12
Capítulo 12
Samuel leyó el mensaje de Nicolette y frunció el ceño.
Entonces, envió un mensaje de texto: [Te he encontrado una médula ósea compatible. Solo hay que esperar a que el donante diga que sí.]
Nicolette se sorprendió y preguntó: [¿Por qué no me lo has dicho antes?]
Al ver eso, Samuel respondió: [Quería esperar a que el donante estuviera de acuerdo antes de decírtelo.]
Ella preguntó: [¿Ha pedido algo el donante? ¿El donante quiere dinero o una casa y un coche?]
Samuel respondió: [Es complicado. De todos modos, no tienes que preocuparte. Yo me encargaré de ello.]
Nicolette envió un mensaje de texto: [Bien, Samuel. Confío en ti.]
Después de ver eso, Samuel escribió: [Deberías descansar un poco. Iré por la mañana.]
Nicolette respondió: [De acuerdo.]
Con eso, Samuel colgó su teléfono y miró el delicado y pálido rostro de Kathleen con frialdad.
«¿Qué debo hacer para que acepte donar su médula ósea a Nicolette? ¿La única manera es no divorciarse?»
Samuel se quedó mirando la cara de Kathleen durante un rato y de repente se dio cuenta de que no detestaba vivir el resto de su vida con ella. Sin embargo, le gustaba más Nicolette.
Por lo tanto, no tenía otra opción.
Cuando Kathleen se despertó, Samuel ya se había ido.
Salió de la habitación.
Al ver eso, María, el ama de llaves, se apresuró a acercarse.
—Sra. Macari, se ha levantado. ¿Tiene hambre? ¿Quiere comer algo?
Kathleen asintió como respuesta.
—Bien. Deberías ir a lavarte mientras yo caliento la comida —dijo María pensativa.
Kathleen tenía un estómago débil, así que no podía comer nada que estuviera demasiado frío.
María lo sabía mejor que Samuel.
Con eso, Kathleen se dio la vuelta y fue a lavarse.
Cuando terminó, se sentó en la mesa del comedor.
María había preparado un desayuno al estilo occidental.
embargo, cuando Kathleen percibió el olor de la
boca a toda prisa y corrió hacia
vio eso, se
Macari, ¿qué pasa? —preguntó
no se siente bien. María, no me gusta el
los días el mismo tipo de desayuno para adaptarse
De hecho, lo odiaba.
la comida
asintió y dijo—: Iré a preparar
Kathleen se enjuagó rápido la boca y salió del
María preparó rápido un plato
Macari, ¿visitó el hospital para saber por qué su estómago estaba mal? —preguntó María significativamente, insinuando algo—. Usted
Intentaba sonar sutil.
me han dicho que es porque tengo el
dio cuenta de que había
señora Macari. Vi que tenía náuseas y supuse que eran
contrario, se preocupará y me obligará a que lo revisen en el hospital. Si
—De acuerdo. —María asintió.
y
—María sabía que a Kathleen le gustaba estar sola. Así, dijo—: Sra.
—Adelante —respondió Kathleen.
eso, María se dio la
entonces terminó en silencio su
Samuel y recordaba que ese día estaba a punto de divorciarse de él. Por eso, cuando terminó de desayunar, metió el registro civil y el
camino, llamó a Samuel y
—He llegado.
—Samuel frunció el
y Nicolette puedan
no estoy libre —respondió
—Preguntó Kathleen
por divorciarte de
estaba frustrada—. ¿Quién fue el que me obligó a contarle a tu abuela lo de nuestro divorcio? Sin embargo, ahora dices que soy yo
y el dinero que te he prometido sólo se harán efectivos después
—Kathleen no pudo evitar reírse burlonamente de sí misma—. Samuel, ¿crees que me casé contigo por tu dinero
más? —preguntó. Sus palabras fueron tan hirientes
si su corazón se hubiera roto
a tus ojos, sólo soy una
pedido nada, y nunca ha querido nada. Las cosas que le di fueron todas por mi propia voluntad. Quizá sea porque es muy sensata y se porta bien, o quizá porque es buena en la cama. En
no quiero nada de ti. Ni siquiera te quiero ya como marido. ¿Por qué iba a querer tus cosas? —Kathleen enterró la cara en su abrigo. Luego, con voz suave pero
Estaba harta.
Samuel pensó: «¿Cómo se atreve a darme
voy a ir! —Con
quedó